miércoles, 27 de febrero de 2013

So long as we are together, so long as we are, so long...

No puedes dejar algo atrás si no te pertenece, es como las resacas, no las de haber bebido más alcohol de la cuenta, las otras, las que te aplastan contra la cama un domingo por la mañana al recordar lo visto y oído la noche anterior, esas para las que no vale con agua y un ibuprofeno, pero no es esto de lo que quería hablar, el tema es que no puedes sacar a alguien de tu vida si no quiere irse, que no puedes evitar sonreír si una mañana te despiertan con una foto que no dice más que un “me acuerdo de ti”

Y es que hay cosas para las que nunca será el momento y eso sólo hace que se vuelvan eternas.

Después de 27 años no tengo muy claro si el amor existe pero lo que sí que tengo claro es que no se puede definir y si os soy sincera, para mí la monogamia de los pingüinos está sobrevalorada.

Alguien me dijo el otro día que quizá por mirar muy alto y muy lejos no veía lo que tengo cerca. Supongo que lo perfecto es verlo todo, es saber que cada uno ocupa su lugar y qué lugar ocupan. No me parece una locura querer a más de una persona a la vez, en ese lío ya se encargan de poner orden las prioridades, esa es una idea, ideas hay muchas, cada uno tiene las suyas y quizá esté equivocada, puede que mire muy alto y muy lejos o puede que tenga razón, puede que los pingüinos miren tan bajo y tan cerca y que no vean lo está lejos…