Empezó siendo un pequeño puntito verdes brillante en la esquina, podía verlo perfectamente desde la cama, ahí estaba, al fondo de la habitación, cada vez iba haciéndose más grande, no podía dejar de mirarlo, había bebido demasiado y al intentar incorporarse todo daba le daba vueltas.
¿Qué era aquello? Pensó que quizás un ser de otro planeta que venia a contarle como terminaba la historia…”Tienes que dejar las drogas” pronunció en voz alta, no recordaba ni que había tomado aquella noche.
Quizá era culpa de aquella pastilla, “Quién me mandaría tomarla… No me sientan bien, tanta droga de diseño y tanta gilipollez, donde esté lo natural”
Aquella luz verde cada vez estaba más cerca y cada vez era más verde. Le recordaba a algo, pero no sabía exactamente a que, ya había visto ese verde en otro lugar, un verde intenso, un verde extraño…Cada vez lo inundaba más todo.
“APÁGATE” gritó… Solo quería dormirse, pero aquella luz le enganchaba, era una sensación extraña, una mezcla entre querer pasarse todo el tiempo posible mirándola fijamente, pero por otro lado una angustia de saber que no le estaba haciendo ningún bien, aun así por mucho que quería no era capaz de cerrar los ojos o apartar la vista de ella.
En unos segundos ese color llenó cada rincón y él perdió el conocimiento.
Se despertó a la mañana siguiente, en la habitación todo estaba de lo mas normal, parecía que allí nunca había pasado nada, lo recordaba tan real, se acerco al punto donde había comenzado la luz en el suelo, había un trozo de papel en el que podía leerse “feliz fin…” el resto era inteligible… pero era su letra “¿Qué cojones sucedió aquí anoche?”
No entendía nada, pero sabía que había sucedido ¿o no? “Tienes que dejar las drogas, aunque eso ya lo pensaste ayer capullo” La idea se esfumó rápido, si no fuera por ellas nunca hubiera vuelto a ver nada igual. En ese momento recordó donde había visto antes ese color… sus ojos, su letra…