viernes, 3 de agosto de 2012

London Calling...


Se encontraron en el aeropuerto, ella en minifalda y tacones, como manda la Haya, él apoyado en un descapotable negro y con un pitillo en la boca. Uno de esos momentos en los que si hay una fuga de gas cerca, todo hubiese saltado por los aires.
Se montó en el coche y le susurró algo al oído, en otro idioma, quizá era en esquimal, una mirada adorable y unos bonitos ojos verdes, no fue necesario decir nada más.

Se dirigieron al hotel, una habitación normal, una cama, con unas sabanas negras demasiado bien planchadas, una mesa y muchas paredes, se vació los bolsillos y dejó el Zippo en la mesita, en la de la izquierda, en algún momento sería necesario, o no.

Encendió la radio, justo en ese momento comenzaba  “London Calling” suena mucho últimamente ¿Casualidad? Serán las olimpiadas…