miércoles, 8 de febrero de 2012

9:24

Se despertó sobresaltada, la luz se intuía y hacía algo más clara la habitación, en la mesita el reloj marcaba las 9 pasadas.

-Joder, otra vez tarde.  Murmuró mientras se levantaba, aun más dormida que despierta.

Levantó la cortina, que no persiana, en ese país no conocían la existencia de ese aparato tan útil. Encendió el ordenador y dejó que Quique González matara ese silencio que inundaba la casa en esa mañana tan gris.
Un martes, tarde, gris y sonando algo como “…Estará consiguiendo vivir de quimeras, recordando los cuerpos, olvidando los nombres…” hay días que no empiezan bien…

Decidió que era un día para perderse, perderse por algún lugar de esos con encanto, quizá rodearse de arte en un museo o tal vez de gente variopinta en algún barrio, alguna de esas cosas que le hacían acordarse tanto de ti. Un lugar de esos donde encontrar cosas y situaciones que no podría contarte ni enseñarte pero harían que durante un rato pensara en lo mucho que le gustaría poder hacerlo.

Miró por la ventana, estaba nevando otra vez.

Terminó de vestirse y bebió el café ya frío, de un trago. Se abrigó como si estuviera en Siberia y se dispuso a salir.                                                                               
                                                       
Abrió la puerta y se quedó paralizada, ahí estaba él, esperándola, con esa sonrisa y esos ojos, su bolso cayó al suelo.

Entonces despertó.




-Joder, otra vez tarde….

lunes, 6 de febrero de 2012

=)

Que puedes decir de alguien que te manda una foto del cielo de León cuando tienes un mal día, supongo que no sería necesario decir nada mas, sólo con leer eso deberías hacerte una idea en la cabeza de lo genial que es, es de ese tipo de gente que a mí me encanta,  detallistas los llaman, en mi cabeza se me ocurren algunas palabras mejores…
Ella es así, de las que te levantan y te empujan cuando lo necesitas, pero no está ahí solo para llorar las penas ni solo para emborracharte un sábado por la noche, es de las que está a cualquier hora y cualquier día para cualquier cosa.
Esta entrada puede sonar cursi y tener una importante sobredosis de azúcar, que para nada suele ser mi estilo, pero la quiero y quiero que se no se le olvide aunque estemos lejos…Doy gracias, por haberla conocido, por tener la suerte de tenerla en mi vida, que es mucha…
Sabe que odio que me lean, pero solo por haberla visto llorar en directo cuando leyó la primera entrada y que me haya dicho “Me meto todos los días a mirar si has escrito” merece que la escriba solo a ella…
Y para terminar sólo diré una cosa más… Es increíble y la única que no se da cuenta de lo increíble que es… ¡es ella! Y ya es un buen momento para que empiece a hacerlo…

viernes, 3 de febrero de 2012

...Quiero un café que sepa a café...

Hay cosas a las que a veces no das importancia, son parte de tu vida de una forma tan normal… y siempre he pensado que la normalidad está sobrevalorada, es mucho más divertido lo diferente o raro o cualquier otro sinónimo que se os ocurra, la cosa cambia cuando empiezas a vivir en lo diferente, sabes que tarde o temprano será normal pero ahora mismo, lo único que quiero es un café que sepa a café…

Y con café me refiero a una buena compañía para tomarlo, a una conversación absurda sobre si está bien o mal mirar el móvil de tu novio, salir en medias y no morir de frio, ir Oviedo solo si salimos y acabar tiradas en el sofá o decir voy a tomar una caña y que te den las seis de la mañana en un bar escuchando Vetusta Morla, encontrarte a tu “vecino” pegando monumentos del mundo sobre un sombrero,  los mensajes de “te paso a buscar por el arpa” de tu mejor amigo, un ático en el noveno, hacer horas en el missi,  cenar en la compe o en el rua nova o en el italiano nuevo, donde queráis, una tarde de mascarilla y peli romántica con las pequeñas, ver a la trastornadina pasar el puente de poniente cada vez mejor a las 8 de la mañana camino de la Feria, tomar un par de copas en el Dublín y salir corriendo sin pagar, estamos en el pepe ¿en dónde? En el del pollo, despertar como en las mañanas de julio o simplemente recogerte con el coche si te encuentro por la calle, los salir mano a mano y los salir en general, después de todo esto solo puedo decir que quiero un Verdejo.

Y con Verdejo, me refiero a que os echo de menos…

…See you soon…